MAR DEL PLATA (Alejandro Klappenbach, especial para LA GACETA).- Todo está listo. Tras minucioso trabajo, las piezas se han acomodado. En Mar del Plata, el equipo argentino de Copa Davis enfrentará a partir de hoy a Italia en la eliminatoria de primera ronda del grupo Mundial de la Copa Davis. Carlos Berlocq (abre la serie contra Fabio Fognini a las 11.30) y Juan Mónaco (jugará luego ante Andreas Seppi), trabajaron durante varios días para pulir los últimos detalles. Lo mismo debe decirse de Horacio Zeballos y Eduardo Schwank, protagonistas del tercer punto en el doble de mañana. Y tal como ellos, el capitán Martín Jaite confía en sacar adelante una serie de difícil pronóstico.

- No voy a preguntarte si imaginás una serie complicada, porque es obvio. La pregunta entonces es: ¿qué tan complicado es Italia como rival?

- En términos generales, sin mirar fino las características individuales de sus jugadores, puedo decir que estamos frente a un escenario parecido al del año pasado contra Alemania. Somos locales, nos medimos con un equipo importante, y no tenemos a Del Potro. Estos condimentos hacen que la serie tenga 5 puntos muy cerrados, que se pueden ganar o perder todos. La conclusión de esto que digo es que podemos llegar a tener una serie de trámite ajustado pero que en los números grandes termine 5-0 o 4-1 para nosotros o para ellos.

- Y si salís de lo general y miramos más fino, ¿como está Argentina hoy?

- Bien. Lo que nos falta de un lado lo tenemos por el otro. Nuestros singlistas llegan con pocos partidos, no sólo porque la temporada recién empieza sino porque en los torneos que jugaron no avanzaron demasiado. Es más, tanto Juan como Charly cerraron 2013 antes de tiempo por sendas molestias físicas. Esto que implica una obvia falta de ritmo, del otro lado les permite estar descansados y sin dolores, y eso es muy importante para ellos. Si comparo con el inicio de 2013, esta vez “Pico” pudo hacer una excelente pretemporada. Él esta mejor que hace un año, sin dudas.

- Ya que hablaste del fin de 2013, te llevo al momento del sorteo. ¿Te hubiese gustado un rival menos poderoso pero de visitante?

- No, de ninguna manera. Jugar en Argentina nos gusta muchísimo y, al mismo tiempo, es algo pesado para cualquier equipo del grupo Mundial. Realmente está todo muy parejo y en ese contexto ser locales es una ventaja que no se debe desaprovechar.

- ¿Te gusta Mar del Plata como sede? Hace unos días llegaron a la ciudad; ¿cómo encontraron las instalaciones?

- Me encanta poder jugar en distintos lugares del país. Salir de Buenos Aires me parece una buena iniciativa para aprovechar que en pleno verano jugar aquí nos asegura una excelente concurrencia. Esperamos una gran respuesta del público. En lo estrictamente tenístico, todos estuvimos de acuerdo en venir acá porque no queríamos jugar en la altura. Eso hubiese sido beneficioso para Italia. Por último: si bien al principio debimos acostumbrarnos al hotel, los trayectos y las rutinas diferentes de las del Parque Roca, pero la sede se ve muy bien. Si bien es nueva, la cancha luce bien asentada, la jugaron bastante en el último mes. Estamos adaptados y muy cómodos.

-¿ Qué mirada tenés hoy sobre el dobles?

- Siempre es difícil adelantarse, es un punto que queda condicionado por los resultados del viernes. La pareja titular de Italia debería ser Fognini con Bolelli pero es arriesgado asegurarlo. Habrá que ver cómo termina (hoy) Fabio, tanto física como anímicamente, su single. Pero cualquier variante de formación que elijan será compleja para nosotros y nos obligará, otra vez, a un buen rendimiento de Zeballos y Schwank para ganar el punto.

- Quedan pocas horas para jugar la serie y estás totalmente concentrado en la Davis. ¿Te costó no distraerte con el tema de Nadal?

- No, todo fue muy natural. Tanto en la Davis como para la Copa Claro tengo excelentes equipos de trabajo. Yo hice mi parte y confié en la parte que les tocaba a los demás. En ningún momento representó un inconveniente. Todo lo contrario, será una visita que disfrutaremos todos los que tenemos algo que ver.

Todo listo. Detalles pulidos. Piezas encastradas. La serie contra Italia está a punto de comenzar. Apenas falta que el reloj termine su trabajo.